viernes, 20 de noviembre de 2009

Es cosa de todos

La falta de conciencia ambiental, en Costa Rica y el resto del mundo, es hoy uno de los temas más controversiales y que necesita un esfuerzo de todos.

La pesca descontrolada, el mal manejo de los desechos, y la falta de implementar medidas de reciclaje en cada hogar, son algunas de las causas por las que la tierra podría entrar en un colapso ecológico.

El séptimo arte también ha sido una de las formas en las que se pretende crear conciencia, algunos de los más recientes son: Walle y Earth, entre otras.

El mensaje esencial de cada campaña, película e instituciones como Green Peace, es que uno hace la diferencia, en Costa Rica hay empresas que se dedican al reciclaje, que puede ser uno de los primeros pasos para cambiar el efecto de la contaminación.

Hay quienes piensan que son las grandes compañías quienes pueden cambiar el panorama de un futuro con un desastre ecológico, sin embargo una sola persona puede marcar la diferencia, aun el ser humano está a tiempo para cambiar el resultado de las malas decisiones antes tomadas.



Zompopas cultivan su alimento


Es impresionante saber después de muchos años que no sólo nosotros los seres humanos somos capaces de producir nuestro propio alimento, si no, también las zompopas.

Además, tienen la capacidad de enriquecer su alimento con nitrógeno, elemento de suma importancia para todo ser vivo.

Gracias a estudios del microbiólogo costarricense, Adrían Pinto Tomás, estudios que se publicarán hoy en la revista Science, nos dice que sus nidos tienen dimensiones de hasta 20 metros cubicos en los cuales pueden habitar cerca de 5 millones de Atta Cephalotes o mejor conocidas como zompopas.

Aquí viene lo importante ellas cultivan un hongo que es el que les da el alimento, en otras palabras, para que el hongo crezca ellas traen el follaje de los árboles y de las plantas que se encuentran cerca, las mastican para mojarlo con su saliva y luego depositan sobre él gotas fecales, convirtiéndo así en terreno fértil para que crezca su alimento.

Ahora bien, con la ayuda de Cameron Curie, profesor de la Universidad de Madison-Winsconsin, Adrián Pinto, identifico que gracias a la bacteria Klebsiella es posible que las hormigas zompopas bajo una simbiosis entre ellas y el hongo se fije el nitrógeno y lo rescatable es que se dice que si se pudiera replicar esta forma química se podría confeccionar
biocombustible.

¿Qué te parece? Definitivamente el mundo animal, nos sorprende cada vez más.